Las cuentas alegres de Pepe Meade

11 Enero, 2019
Blog Invitado

Por: Marco Antonio Pérez Valtier*

Hace algunos días, el ex Candidato a la Presidencia de la República, José Antonio Meade Kuribreña, declaró que el costo para el País, de suspender la construcción de nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, ascendía a 145 mil millones de dólares, algo así como 3 millones de millones de pesos, a lo que el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espirú, contestó que se trataban de “Cuentas alegres de un hombre triste”.

Las reacciones de comentaristas y editorialistas no se hicieron esperar, y criticaron al Secretario por descalificar el comentario de Pepe Meade, sin aportar datos duros al debate, dejando entrever que avalaban los cálculos del ex candidato.

Para llegar a esta cifra, Pepe Meade multiplicaba el número de viajeros que utilizó diariamente el actual aeropuerto Benito Juárez (120 mil) por el gasto promedio que estima la Secretaría de Turismo que eroga cada viajero (415 dólares) y establecía que al año, esto equivalía al 1.6 por ciento del PIB.

Posteriormente calculaba que los 342 mil pasajeros que teóricamente podría mover diariamente el nuevo aeropuerto, (una vez concluido con sus seis pistas) multiplicado por un gasto promedio (que supongo El mismo proyectó) de 555 dólares por viajero, le arrojaba una cantidad equivalente al 6 por ciento del PIB.

En un tercer Tweet, (para “iniciados”) daba pistas de cómo llegaba a ese costo, utilizando una tasa de descuento del 15 por ciento real y como Inversión inicial la mitad de la diferencia entre construirlo o no, craso “error” ya que un flujo de efectivo a perpetuidad solo se “descuenta” sin que se considere ninguna “inversión inicial”, pero bueno.

Sin embargo, los cálculos de Meade, no se pueden dar por correctos, al menos por las siguientes consideraciones:

1. El dato de los 120 mil pasajeros diarios que utiliza Meade, (43.8 millones al año) es como 10 por ciento inferior a los transportados en 2018 y además, no considera que las 91 posiciones que tiene el actual aeropuerto, (57 fijas y 34 remotas) podrían dar servicio hasta 57 millones de pasajeros al año, según estimaciones de la propia empresa. (30 por ciento más que dato usado por Meade).

2. NO todos los viajeros que utilizamos el aeropuerto Benito Juárez, somos “Turistas” que gastamos en promedio $415 dólares, ($184 en boleto de avión y $231 en Hoteles, comidas y gastos varios) ya que el centralismo gubernamental nos impone la necesidad de viajar a la CDMX, en muchas ocasiones solo de ida y vuelta, (o por conexión) por lo que el 66 por ciento de los pasajeros somos usuarios nacionales que NO gastamos los “dólares” que supone Meade.

3. El dato de 342 mil pasajeros diarios que se usa para el segundo cálculo, equivale a 124.8 millones de pasajeros al año, cantidad que excede en 7.8 millones a la capacidad promedio estimada del nuevo aeropuerto, la cual sería de 117 millones, y esto una vez que estuvieran construidas las SEIS pistas que contemplaba el proyecto completo, luego de sus ampliaciones, allá por el año 2060.

 

NO todos los viajeros que utilizamos el aeropuerto Benito Juárez, somos “Turistas” que gastamos en promedio $415 dólares

 

4. Es decir, para el año 2050 la capacidad (en teoría) se aumentaría de 57 a 88 millones de pasajeros (31 millones más y no 81), sin embargo, estas proyecciones, si las analizamos con cuidado, lucen “infladas” ya que suponen, que por el solo hecho de contar con un nuevo aeropuerto, el arribo de turistas crecería a tasas superiores de manera inmediata, y principalmente de Asia, los cuales los proyectan creciendo a tasas anuales del 19.9 por ciento!! cuando las economías asiáticas están reduciendo sus tasas de crecimiento económico.

5. Por otro lado, las cifras disponibles para 2018, reportan una caída del 6.9 por ciento en el gasto promedio y un descenso del 2.5 por ciento en el número de turistas extranjeros que visitan México, los cuales, en un 76 por ciento, provienen de EU y de Canadá.

6. El supuesto de que la “Oferta” crea su propia “Demanda” no es válido, pues los turistas, cuando decidimos qué Países visitar, no tomamos en cuenta si tienen o no, un Aeropuerto grande y moderno.

7. Finalmente, el NO recibir ingresos de “supuestos” turistas, que nadie puede garantizar que vendrían, por el solo hecho de tener un nuevo aeropuerto, no debe verse como una pérdida o un costo, ya que “dejar de ganar” es MUY diferente a “perder” dinero.

Ciertamente, si ya se invirtieron recursos en esta obra civil, lo conducente ahora, es ver como se aprovechan para un uso alternativo.


 

*El autor es economista por la Universidad de Wisconsin-Milwaukee. Especialista en estudios económicos y de finanzas públicas. Es socio-director en Econometría Aplicada SC y socio de Estudios Económicos y Financieros en Perez Gongora y Asociados SC.