¿Romperá AMLO la maldición económica del primer año presidencial?

En los últimos 30 años cada vez que hay un cambio de gobierno la tasa de crecimiento del PIB real presenta una desaceleración significativa.
12 Septiembre, 2018 Actualizado el 12 de Septiembre, a las 11:13
A tan solo unos meses de tomar protesta como presidente, AMLO se ubica en la segunda fase del ciclo político. Foto: Twitter @lopezobrador_
A tan solo unos meses de tomar protesta como presidente, AMLO se ubica en la segunda fase del ciclo político. Foto: Twitter @lopezobrador_
Arena Pública

Salinas, Zedillo, Fox, Calderón, Peña, todos pasaron por lo mismo.

El año de su toma de protesta como presidentes la economía del país pisa el freno a fondo y desacelera significativamente la tasa de crecimiento.

Esta caída es parte del proceso presidencial o del ciclo económico-político de México. Cada vez que una nueva administración llega, existe un retraso en la ejecución del presupuesto federal debido a los nuevos lineamientos del gobierno entrante y al acoplamiento por el que pasan los agentes económicos.

 

Ciclo político económico que enfrentará AMLO

 

La incertidumbre política de la que tanto se habla en el último año de gobierno, está siendo mucho más grande con Andrés Manuel López Obrador, quien llega con un equipo nuevo -mayormente académico- y con promesas de hacer cambios de fondo en el gasto y en la inversión pública.

Desde el día uno después de las elecciones López Obrador dio la instrucción a todo su equipo de ponerse a trabajar: atendió conferencias telefónicas, presentó propuestas, se integró a la mesa de negociación del TLCAN y -últimamente- modera sus planteamientos de campaña. ¡Vaya! Prácticamente comenzaron a gobernar sin aún tener la constancia del presidente electo, probablemente -entre otras razones- para romper el ciclo.

De acuerdo con Alfredo Coutiño, director de Moodys Analytics para América Latina, este ciclo político tiene tres fases: expansiva, durante los primeros seis meses del último año de gobierno; contractiva, una vez realizadas las elecciones y hasta la primera mitad del primer año del nuevo gobierno; correctiva, alrededor del quinto año de la administración.

En al menos cinco administraciones no se ha visto nada diferente a estas tres fases. La primera, relacionada con el aumento en el gasto del proceso electoral al final de cada gobierno y la finalización de las obras de infraestructura.

La segunda es aquella donde se presenta la maldición económica. Una vez que pasan las elecciones y se conoce quien será el nuevo presidente, no existen motivos políticos para que el gobierno federal continúe invirtiendo, lo que al unirse a la transición administrativa donde los nuevos equipos entran a reconocer el campo y especialmente el presupuesto, hace caer el crecimiento económico.

En la tercera fase el gobierno baja el nivel de inversión en busca de corregir los desequilibrios macroeconómicos en el quinto año, explica Coutiño, esto con el fin de poner en forma la economía del país y contar con una mejor presentación al llegar las elecciones.

 

¿Dónde esta AMLO?

A tan solo unos meses de tomar protesta como presidente, AMLO se ubica en la segunda fase del ciclo político.

Todavía en agosto algunos miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México señalaron la importancia de que la nueva administración diera certeza a la inversión privada sobre las acciones que serían adoptadas en algunas áreas clave. Y es que la incertidumbre paraliza.

En el segundo trimestre del 2018 el PIB presentó una contracción de 0.2% respecto al primer trimestre, debido a la baja en el dinamismo de la inversión, especialmente en el sector de la construcción (bajó la creación de infraestructura), además de un debilitamiento de las exportaciones.

El presidente electo parece estar decidido a reducir esta fase, de casi un año, a solo lo que resta del 2018 con los planes de inversión inmediata que ha prometido. Es el caso del presupuesto de 155 mil millones de pesos para la rehabilitación y crecimiento de las refinerías en Tabasco.

Rocio Nahle, quien será la secretaria de Energía con López Obrador, ha dicho que este monto ya se tiene contemplado para el próximo año, aunque sus críticos cuestionan estas inversiones y la fuente de los recursos para financiarla.

Pero será el paquete económico para 2019 -que deberá entregarse antes del 15 de diciembre- uno de los elementos clave para acortar el ciclo económico y la "maldición" del primer año de gobierno.

Y es que la nueva administración de López Obrador ha insistido en que desde el primer año buscará reorganizar el presupuesto, por lo que el contenido del paquete económico de 2019 será la muestra de la ruptura o continuidad del ciclo político económico del país.

AMLO no tiene mucho tiempo. Las altas expectativas de la población que votó por él, y aún aquellos que no lo hicieron, no tienen tiempo para esperar.

 

MÁS INFORMACIÓN: Ciclo político económico de México, Alfredo Coutiño. Moodys. 

Archivado en