Conflicto de poder entre Larrea y Gómez Urrutia sepulta riqueza de Mina San Martín

El choque entre Napoleón Gómez Urrutia y Germán Larrea ha dejado paralizada a la mina de San Martín, en Zacatecas
5 Julio, 2018 Actualizado el 5 de Julio, a las 16:25
En el conflicto entre Napoleón Urrutia y Germán Larrea, el destino de la mina de San Martín es una moneda echada al aire
En el conflicto entre Napoleón Urrutia y Germán Larrea, el destino de la mina de San Martín es una moneda echada al aire
Arena Pública

Un conflicto entre dos hombres poderosos sepultó la riqueza de la mina subterránea más grande que había tenido México: San Martín.

Una producción anual de 10 mil 264 toneladas de zinc; 500 toneladas de plomo y 4 mil 360 de cobre –en concentrados- ha permanecido bajo tierra por más de una década reposando en Sombrerete, el segundo municipio más poblado de Zacatecas.

Germán Larrea Mota prefirió perder dinero que dominio. El cierre de San Martín le ha costado medio millón de dólares diarios al segundo hombre más rico del país y su corporativo, Grupo México, que opera la mina a través de la subsidiaria Industrial Minera México.

 

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La disputa por el control de San Martín, entre el magnate minero Germán Larrea Mota y el poderoso líder del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana (Sindicato Minero), Napoleón Gómez Urrutia, se remonta a 2006.

El 16 de febrero de ese año los vocales del Consejo General de Vigilancia del Sindicato Minero destituyeron al propio presidente del consejo, Juan Linares Montúfar, y al secretario general del sindicato, Napoleón Gómez Urrutia, de acuerdo con la versión oficial del gobierno federal.

Tan solo un día después, la Secretaría del Trabajo avaló la decisión y desconoció de inmediato el liderazgo de Napoleón para reconocer el del sustituto provisional, Elías Morales, un extrabajador de la asociación gremial.

En respuesta, estalló en huelga la sección 201 del Sindicato Minero ubicada en San Martín, Sombrerete, el 28 de febrero de 2006; los trabajadores exigían a Industrial Minera México que volviera a reconocer a Napoleón Gómez Urrutia como su líder gremial, en la revisión del contrato colectivo de trabajo.

 

 

La intermediación de la gobernadora Amalia García logró que se levantara la huelga en mayo de 2006; Industrial Minera México llegó a un acuerdo con el Sindicato Minero para incrementar en 6% los salarios y pagar a los obreros un 2% adicional, por única ocasión, pero el reconocimiento de Gómez Urrutia quedó en el aire.

Irresuelto el asunto, los 483 trabajadores sindicalizados en San Martín volvieron a estallar la huelga el 30 de julio de 2017 para exigir el reconocimiento de Napoleón y que, Industrial Minera México, devolviera al Sindicato Minero la titularidad del contrato colectivo de trabajo.

Pero ninguna de las partes cedió. Grupo México cerró la mina en 2008, declarando la guerra por el control de San Martín al Sindicato Minero.

 

 

La huelga, y el posterior cierre de San Martín, frenaron un ambicioso proyecto de Industrial Minera México para ampliar la capacidad de producción de la mina y su consecuente inversión.

El plan era profundizar en 330 metros más el tiro interior II de la mina y construir nuevas instalaciones de carga entre 2007 y 2008; para arrancar la primera fase del proyecto se invirtieron 2.6 millones de dólares en 2006 -28.3 millones de pesos al tipo de cambio de ese año-.

No solo se esfumó la inversión; para Sombrerete y sus alrededores se disolvieron los cerca de 600 empleos directos y más de 3 mil indirectos que la mina ofertaba. Germán Larrea perdió los 6 millones de dólares anuales -65.4 millones de pesos al tipo de cambio de la época- que San Martín aportaba a la utilidad neta del corporativo hacia 2006.

La producción nacional de zinc también fue gravemente afectada. En 2007, a causa de las huelgas en las minas San Martín y Taxco -ambas de Grupo México- se dejaron de producir 20 mil toneladas de zinc en el país según la Cámara Minera de México.

 

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Para reactivar la mina, desde su cierre en 2008, dos organizaciones gremiales han luchado para arrebatarle a Gómez Urrutia la titularidad del contrato colectivo de trabajo en San Martín; ambas respaldadas por el corporativo de Germán Larrea, según el Sindicato Minero.

En 2012 fue el Sindicato de Trabajadores de la Industria Minera y Similares de la República Mexicana afiliado a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), que fracasó.

Un año después fue el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Exploración, Explotación y Beneficio de Minas en la República Mexicana (Sindicato de Trabajadores), cuya lucha permanece en pie.

Napoleón Gómez Urrutia controla cada movimiento del Sindicato Minero desde Canadá, pues en 2006 se exilió al país de la miel de Maple, luego de que la Procuraduría General de la República (PGR) lo acusará de desviar 55 millones de dólares del Sindicato Minero -598 mil 400 millones de pesos al tipo de cambio de ese año-.

Este 2018 será crucial, pues podría ser el año que de fin a la batalla por el control de San Martín que comenzó en 2006.

Ya febrero se realizó -por segunda vez en 11 años- la votación entre miembros de los dos sindicatos que se disputan la titularidad del contrato colectivo de trabadores de la minera. Con 262 votos a favor triunfó el Sindicato de Trabajadores, oponente del Sindicato Minero -que logró un apoyo 150 votos-.

La Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) emitió en junio el laudo que avaló esta elección, justo lo que Industrial Minera México necesitaba para reanudar operaciones en la mina, pues solo así se abriría la posibilidad de acordar con la nueva organización gremial los términos y condiciones para levantar la huelga.

 

 

Pero el reinició de operaciones en San Martín no será tan fácil como ahora parece. En enero de 2018 un juzgado de la Ciudad de México concedió al Sindicato Minero un amparo contra los actos del presidente de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.

El amparo supone que la Junta debe estudiar la validez o nulidad del padrón que presentó el Sindicato de Trabajadores para disputarle el contrato colectivo de trabajo al Sindicato Minero, de acuerdo con los liderados por Napoleón Gómez Urrutia.

Así, el laudo que emitió la Junta no será válido en tanto no se atienda dicho amparo. Además, el laudo admite que se interpongan recursos para atacarlo, aseguró Oscar Alzaga, abogado del Sindicato Minero al diario La Jornada Zacatecas en junio de 2018.

 

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La antesala de la resolución de la épica batalla sucede justo cuando Napoleón Gómez Urrutia está a punto de regresar a México -con todo y fuero- pues el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) lo designó como senador plurinominal y el Tribunal Federal Electoral acaba de ratificar su nombramiento luego de que el partido arrasará con las elecciones del pasado 1 de julio, en una aplastante mayoría.

El arribo de Gómez Urrutia se espera para el próximo agosto -cuando inicie la nueva legislatura- de acuerdo con Manuel Prince Durón, delegado regional del Sindicato Minero Nacional. El futuro de la mina de San Martín es una moneda echada al aire.

 

MÁS INFORMACIÓN: Informe anual, Grupo México, 2013

MÁS INFORMACIÓN: Informe anual, Grupo México, 2006

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