¿Adicto a las redes sociales? Pueden disminuir tu capacidad de concentración

Los continuos estímulos fugaces, intensivos e interactivos que las redes sociales ofrecen a los internautas a través de videos, gifs o titulares cortos devuelven al cerebro a su estado natural de dispersión y disminuyen su capacidad de concentración.
5 Diciembre, 2017 Actualizado el 5 de Diciembre, a las 22:55
Para leer 200 libros al año se necesitarían 417 horas, 665 menos de lo que un mexicano promedio gasta en redes sociales.
Para leer 200 libros al año se necesitarían 417 horas, 665 menos de lo que un mexicano promedio gasta en redes sociales.
Arena Pública

El uso intensivo de redes sociales juega en contra de los internautas.

Podría arrebatarles la capacidad mental conquistada años atrás gracias a la escritura, la imprenta y posteriormente la lectura profunda: la de concentrarse en un sola tarea por un periodo prolongado de tiempo.

La mente tiende a la dispersión por instinto de supervivencia, ya que el cerebro siempre está atento a las señales del entorno.

Los continuos estímulos fugaces, intensivos, interactivos y sensoriales que las redes sociales ofrecen a los internautas a través de videos, titulares cortos, gifs e imágenes devuelven a las personas a ese estado natural de dispersión y disminuyen su capacidad de concentración, señaló el economista Luís Torras en un artículo basado en el libro “Superficiales ¿qué está haciendo internet con nuestras mentes?” de Nicholas Carr.

El relativamente poco esfuerzo que implica navegar en las redes, así como su sistema de respuestas y recompensas rápidas lo hacen atractivo y adictivo, pero empujan a los internautas a un pensamiento apresurado, una lectura somera y una capacidad de análisis cada vez más superficial, advierte.

A lo largo de la vida el cerebro tiene la capacidad neuronal de cambiar, si constantemente se expone a la infinidad de distracciones que ofrecen las redes sociales sin el contrapeso de alguna actividad que lo ejercite, como la lectura, se generarán hábitos cerebrales empobrecedores que afectarán la capacidad de concentración y análisis, expone Torras.  

“Únicamente a través del esfuerzo que requiere la lectura profunda somos capaces de retener información, ejercitar la memoria de largo plazo, tejer nuevos esquemas conceptuales más sofisticados sobre el proceso y ensanchar los límites de nuestra inteligencia”, explica.

Por sus pobres hábitos de lectura el cerebro de los mexicanos podría estar expuesto a la disminución de la capacidad de concentración y capacidad de análisis.

En México 57% de las personas leen por gusto o exigencia, de estas, 7 de cada 10 dedican desde menos de una hora hasta dos horas diarias, según la más reciente Encuesta Nacional de Lectura del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) elaborada en 2015.

 

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De las personas que utilizan internet 83% navega en redes sociales por un promedio de 2.58 horas diarias de acuerdo con el 13° Estudio sobre los hábitos de los usuarios de internet en México 2017 de la Asociación de Internet.

Suponiendo que los mexicanos que si leen lo hagan por 1.5 horas diarias entonces tendrían un déficit de 535 horas anuales respecto del uso de redes sociales.

Es decir, si la proporción de mexicanos que si leen también son internautas estarán dedicando en promedio 547 horas al año a la lectura contra mil 082 horas que pasarán en Facebook, WhatsApp, Youtube, Twitter e Instagram, las redes sociales más populares en México.

Ni hablar del déficit de tiempo dedicado a lectura contra redes sociales que tendrán el 43% de los mexicanos que declaró no leer pero que si navegan por internet, para ellos la falta de tiempo es la primera razón para no fomentar el hábito.

Únicamente a través del esfuerzo que requiere la lectura profunda somos capaces de ejercitar la memoria de largo plazo, explica Luís Torras.

 

Sin embargo, para leer 200 libros de 50 mil palabras al año se necesitarían 417 horas, según un cálculo hecho por Quartz, 665 menos de lo que un mexicano promedio gasta en las redes sociales.

 

El problema con el cerebro es que se trata de un órgano sin sensibilidad, si una comida cae mal al estómago inmediatamente arremete con dolores, pero si con frecuencia nos enganchamos en contenidos basura el cerebro está en un claro proceso de deterioro sin tener como quejarse, asegura Luis Torras.

 

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Las capacidades de concentración y análisis son útiles para el mejor rendimiento escolar y laboral, esta última ayuda también a tomar decisiones, por lo que disminuirlas podría afectar diversos ámbitos de la vida.

Se trata de dosificar el tiempo dedicado a redes sociales e intensificar la lectura, al igual que se es consciente de reservar una parte del día al deporte, es igualmente importante reservar una parte del día a fortalecer el hábito lector, concluye Torras.

 

MÁS INFORMACIÓN: ¿Qué está haciendo el internet con nuestras mentes?, 19 de junio de 2017.

MÁS INFORMACIÓN: 13 Estudio sobre los hábitos de los Usuarios de Internet en México, Asociación de Internet, mayo 2017.

MÁS INFORMACIÓN: Encuesta Nacional de Lectura, Conaculta, 2015.

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