Tec de Monterrey culpa al sismo antes que a sus construcciones por colapso de puentes

Para el Tecnológico de Monterrey, el sismo tuvo la culpa.

Después de 38 días de la tragedia y casi un mes de haber anunciado el inicio del peritaje, el vicepresidente de la Región Ciudad de México, Rashid Abella, apareció en un video declarando que “la fuerza inédita del sismo” fue la falla principal que ocasionó caída de los puentes.

En efecto, de no haber ocurrido un sismo; los puentes no hubieran demostrado su debilidad, así como el sistema de alcantarillado de la CDMX no mostraría sus deficiencias si no lloviera.

Sin embargo, llueve y tiembla; y es imposible controlar estas acciones de la naturaleza. Pero sus consecuencias pueden prevenirse.

El mismo Ingeniero Francisco García Álvarez, representante de la firma que hizo el estudio de las instalaciones del Tec de Monterrey, comentó que “resultaron escasos” los 15 cm de longitud de los apoyos de los puentes.

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Y después, Rachid Abella aseguró que “estas ménsulas [o apoyos] pudieron haber sido más grandes y por lo tanto haber tenido otro tipo de comportamiento”, en una entrevista con Ciro Gómez Leyva.

Sin embargo, hay otro detalle que mencionan, también fue clave en el colapso: los “claros amplios”, o mejor dicho los espacios grandes ausentes de columnas o muros intermedios, como lo eran los puentes que unían a los edificios y que conforman lo que el ingeniero García llamó “la geometría de la construcción”.

El detalle de las columnas ya había sido mencionado antes en Arena Pública, tras una entrevista al Ingeniero arquitecto y urbanista, Alfredo Vargas Domínguez, profesor de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura del Instituto Politécnico Nacional, quien aseguró que “si [los puentes] hubieran tenido elementos verticales, como columnas, no se hubieran colapsado de esa forma”.

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Al respecto de la ausencia de columnas, el ingeniero García se apresura a confirmar que esto no es ilegal, pues “estaba permitido por la norma”.  De igual forma en otra entrevista de Arena Pública con el asegura el ingeniero civil, Jorge Rangel Ávila, se comentó que “en algunos hoteles de la ciudad utilizan ese mismo sistema de puentes [sin columnas] en donde no pasó nada”.

Pero la convergencia de la fuerza del sismo, los pequeños apoyos y los claros amplios, factores que de acuerdo con las primeras conclusiones del despacho García Jarque Ingenieros, fueron los causantes del colapso de los puentes, mismos que cobraron la vida de cinco estudiantes y dejaron a decenas de miembros de la comunidad heridos. 

A pesar de esto, hay elementos para asegurar que pudieron haber disminuido la probabilidad de caída, en lugar de esto solo se colocaron letreros “En caso de sismo no cruce el puente”, para advertir un problema del que se tenía conocimiento en toda la comunidad del campus: la debilidad de esas estructuras.

Hasta ahora el Tecnológico de Monterrey continúa sin revelar el nombre de quienes diseñaron la conconstrucción de los puentes, al igual que la lista de constructoras que estuvieron involucradas en la edificación del campus, no obstante, dio a conocer a dos que, según sus registros participaron directamente en la construcción de los puentes, Acueductos y Urbanizaciones S.A. de C.V. y Acero, Electricidad y Forja S.A. de C.V., pero asegura que que su mención no implica una señalización de parte de la institución. 

De acuerdo con las Normas de Construcción de la CDMX, un puente peatonal es una “estructura elevada que permite a los peatones el cruzamiento de una o más vías de tránsito intenso en condiciones de seguridad”. En el caso del Tec de Monterrey no eran para evitar el tránsito, pero no es motivo el objetivo principal, que es cuidar la seguridad de quien lo cruce.

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