México, reprobado en combate a la desigualdad

A pesar del discurso oficial, los esfuerzos por reducir la brecha entre ricos y pobres en el país no tienen una buena evaluación.
17 Julio, 2017 Actualizado el 17 de Julio, a las 14:52
La desigualdad en el país contrasta con el optimismo de los discursos oficiales.
La desigualdad en el país contrasta con el optimismo de los discursos oficiales.
Arena Pública

Dice el refrán mexicano que “del dicho al hecho hay mucho trecho” y le queda como anillo al dedo al gobierno mexicano en materia de combate a la desigualdad.

El país ocupa la posición 68 de 152 naciones en el Índice de Compromiso con la Reducción de la Desigualdad dado a conocer este lunes 17 de julio por las organizaciones Oxfam y Development Finance International (DFI).

Se trata del primer estudio global que mide las acciones de los gobiernos del mundo para la reducción de la brecha entre ricos y pobres, es decir, compara qué es lo que realmente están haciendo las naciones, más allá de los discursos para terminar con la desigualdad.

El ranking se elaboró tras la promesa que hicieron en 2015 los gobiernos de 193 países de reducir la desigualdad como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), propuestos por la Organización de las Naciones Unidas.

 

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Para la elaboración del documento se tomaron en cuenta tres factores considerados críticos para reducir la brecha entre ricos y pobres: gasto social, política tributaria y derechos laborales.

A nivel mundial, la brecha entre ricos y pobres es cada vez mayor.

Por poner un par de ejemplos, el estudio refiere que tan solo ocho hombres tienen la misma riqueza que los 3 mil 500 millones de personas más pobres del planeta; o bien que, del año 2000 a la fecha, la mitad más pobre de la población mundial solo ha recibido 1% del aumento de la riqueza global, mientras que el 1% más rico se ha hecho con el 50% de ese incremento.

Por ello, los organismos que elaboraron el estudio alertan que reducir la desigualdad es una condición indispensable para reducir la pobreza.

 

El caso mexicano

El 14 de abril de 2015, durante la Cumbre de las Américas en Panamá, el presidente Enrique Peña Nieto aseguró que el mayor reto que enfrentan las naciones de la región es la desigualdad social e hizo un llamado para reducir esa brecha que impide alcanzar la prosperidad para la población.

“En México estamos convencidos de que la exclusión nunca es una solución. El verdadero desarrollo, por definición, debe incluir a todos. Para ser duradero, el crecimiento económico debe ser incluyente; sus beneficios deben alcanzar a todas las regiones y a todos los grupos de la sociedad, especialmente a los más vulnerables”, ese fue el dicho… el hecho ha sido muy distinto.

La posición que ocupa México en el Índice de Compromiso con la Reducción de la Desigualdad deja claro que hay aún mucha tarea por hacer para combatir la diferencia entre ricos y pobres.

 

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Y aunque el documento reconoce -y alerta- que 112 de los 152 países analizados hacen menos de la mitad de lo que potencialmente podrían para combatir la desigualdad naciones como Suecia, Chile, Namibia y Uruguay han dado grandes pasos para reducirla.

De hecho, Suecia encabeza el listado y es considerado el país que hace mayores esfuerzos para combatir la diferencia entre ricos y pobres. Le siguen Bélgica, Dinamarca, Noruega y Alemania.

La posición que a nivel global tiene México es inferior a la de países como Turquía, Malawi, Djibouti, Tayikistán, Togo y El Salvador. Dicho de otra forma, estas naciones están haciendo una mejor tarea que el país en el combate a la desigualdad.

 

En 2014, 53% de la población en México tenía ingresos por debajo de la línea de bienestar.

 

A nivel América Latina y el Caribe, México está en la décima posición de 23 países. El líder de la región -es decir el que mejor está haciendo las cosas para reducir la brecha entre ricos y pobres- es Argentina, seguido de Costa Rica, Uruguay y Chile, mientras que Jamaica, Haití y Panamá son los peor evaluados de la zona.

Al comparar el esfuerzo que hacen los 35 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para reducir la brecha de la desigualdad, la posición de México es muy desfavorable pues está en el último lugar.

Los cinco países que a nivel global recibieron la peor calificación son Panamá, Albania, Myanmar, Bahréin y Nigeria.

 

Cómo le fue a México en los tres indicadores

De acuerdo con el Índice de Compromiso con la Reducción de la Desigualdad, México no sale tan mal evaluado en cuanto a su política de gasto social en servicios públicos, como educación, salud y protección social.

En este rubro, el país ocupa la posición 35 de 158 naciones.

“El gasto social casi siempre es progresivo, porque contribuye a reducir los niveles de desigualdad. A pesar de ello, en muchos países, el gasto social podría ser mucho más progresivo y favorecer más a las personas pobres”, expone el estudio.

 

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En este rubro, los países mejor evaluados son Irlanda, Alemania, Finlandia, Bélgica y Francia. Naciones con un comportamiento similar a México son Costa Rica, Uruguay, Argentina, Chile, Malta e Israel, mientras que los que peor trabajo hacen en la materia son India, Myanmar, Laos y Nigeria.

El segundo indicador que incluye el índice es que los países cuenten con un sistema tributario progresivo, donde las grandes empresas y los individuos más ricos tributen más para contribuir a la redistribución de los recursos en la sociedad y financiar así los servicios públicos.

Obviamente, es el rubro en el que México ocupa la peor posición: está en el 125 de 152 naciones, es decir, solo hay 27 países con un sistema tributario más deficiente que el mexicano.

 

Los niveles de desigualdad en México alcanzan niveles sin precedentes.

 

Sudáfrica es la nación que tiene el sistema tributario mejor evaluado para combatir la desigualdad seguida de Malta, Bélgica, Australia y Georgia. Entre los países con una posición cercana a la de México están Mongolia, Bután, Jamaica y Estonia; mientras que los peor evaluados son Bielorrusia, Ucrania, Bahréin y Albania.

Finalmente, en cuanto al desarrollo de políticas laborales para hacer frente a la desigualdad, México se ubica en el lugar 91, es decir, entre los 65 peor evaluados.

“Existe una amplia evidencia que demuestra que salarios más elevados para los trabajadores y derechos laborales fuertes, especialmente para las mujeres, son claves en la reducción de la desigualdad. Los Gobiernos pueden tener un impacto directo en estos aspectos, fijando salarios mínimos y elevando el suelo salarial”, explican los organismos que elaboraron el estudio.

 

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En este rubro, el líder es Australia seguido de Suiza, Noruega, Japón y Reino Unido; los países con una calificación similar a México son Cabo Verde, Jordania, Tanzania y Corea del Sur, mientras que los peos evaluados son Nigeria, Panamá, Bután, Swazilandia, Egipto y Tonga.

 

¿Qué se puede hacer?

Paradójicamente, la lucha contra la desigualdad es desigual en el mundo. Sin embargo, las organizaciones que elaboraron el estudio realizaron una serie de recomendaciones para que estos esfuerzos den mejores resultados.

Por ejemplo, llamaron a las naciones a mejorar los datos disponibles sobre desigualdad y las políticas para combatirla a fin de hacer un seguimiento preciso y regular de los avances.

“Es indispensable que la ciudadanía entienda las políticas que adoptan los gobiernos, y cómo estas afectan a los resultados, y que exija a sus gobiernos que rindan cuentas por ello”.

 

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También es necesario analizar el impacto distributivo de todas y cada una de las propuestas políticas, y basar sus decisiones en datos comprobables en lo que a reducción de la desigualdad se refiere.

“Los datos no sirven de mucho si no se analiza el impacto de las políticas en la reducción de la desigualdad. Debe hacerse una inversión mucho mayor en el análisis del impacto de las políticas gubernamentales en la desigualdad. Debe darse especial prioridad al análisis de la composición del gasto y su incidencia”, sugiere el organismo.

 

México debe hacer un esfuerzo para recaudar mejor y combatir así la pobreza.

 

Finalmente, el estudio hace un llamado a los gobiernos para que mejoren drásticamente sus esfuerzos por realizar un gasto progresivo, diseñen un sistema tributario progresivo y ofrezcan protección a los trabajadores.

“Debe aumentarse la imposición a las grandes empresas y fortunas, y debe terminarse con la evasión y la elusión fiscal”, concluye el estudio.

 

MÁS INFORMACIÓN: Índice de Compromiso con la Reducción de la Desigualdad, Oxfam y Development Finance International, 17 de julio de 2017.

MÁS INFORMACIÓN: Pobreza y prosperidad compartida 2016, asumir la desigualdad, Banco Mundial, 2016.

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