Duplican programas y presupuestos en la Secretaría de Economía

Desde hace seis años la dependencia que dirige Ildefonso Guajardo ha aumentado los presupuestos de dos programas que son iguales en su diseño y operación y que no son considerados como prioritarios para lograr el objetivo de eliminar las carencias del derecho al trabajo.
3 Mayo, 2017 Actualizado el 4 de Mayo, a las 13:42
Los empresarios de la Canieti han sido algunos de los principales beneficiarios de estos programas.
Los empresarios de la Canieti han sido algunos de los principales beneficiarios de estos programas.
Arena Pública

Los apoyos de la secretaría de Economía para impulsar la productividad y la innovación no están dando en el clavo.

Desde hace por lo menos seis años la dependencia administra y ha aumentado los presupuestos de dos programas que se repiten en diseño y operación y cuyo impacto es débil para eliminar carencias relacionados con los derechos sociales relacionados al trabajo, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Conveal).

Se trata del programa para la Productividad y Competitividad Industrial y el programa para el Desarrollo de la Industria del Software y la Innovación (Prosoft), ambos enfocados en subsidiar proyectos de empresas que mejoren la productividad de sectores estratégicos, como la industria del calzado o las telecomunicaciones.

 

Slogan del programa para el Desarrollo de la Industria del Software y la Innovación

 

El dúo forma parte de los 37 programas federales que el Coneval ha recomendado revisar porque son 100% iguales a otros. Las repetición o similitud entre programas es un problema ya que fragmenta y desvincula los esfuerzos del gobierno por lograr un objetivo, señala Coneval.

A pesar de que enfocan sus esfuerzos a lo mismo el presupuesto de ambos es muy dispar.

El presupuesto del programa para el Desarrollo de la Industria del Software ha sido en los últimos seis años hasta cuatro veces superior al del programa para la Productividad y la Competitividad Industrial. En 2016 se le asignaron 865 millones contra 307 millones que se destinaron a su gemelo.        

Aunque sus presupuestos coinciden en algo, han crecido paulatinamente desde 2012 y esa tendencia no se detuvo en 2015 y 2016, dos años en que la secretaría de Hacienda se vio obligada a realizar recortes presupuestales por una merma de los ingresos petroleros.

Los recursos del programa para la Productividad y la Competitividad Industrial antes Programa para el Desarrollo Tecnológico de la Industria (PRODIAT) crecieron seis veces al pasar de 51 millones de pesos en 2012 a 307 en 2016 y los del Prosoft 1.2 veces al pasar de 715 millones a 865 bajo la misma comparación.

 

Programa para la Productividad y Competitividad Industrial PPCI 

 

En contraste, el presupuesto de programas como el de Apoyo al Empleo que administra la secretaría del Trabajo y que es considerado prioritario para disminuir carencias sociales, creció sólo 1.6 veces en de 2012 a 2016 al pasar de 1,022 millones de pesos a 1,726.

Pero ninguno sobrevivió a los recortes presupuestales de 2017, los recursos de ambos registraron caídas superiores a 50% sobre lo asignado un año antes.

 

Programas poco prioritarios

El par de programas no son prioritarias si se trata de alcanzar los dos objetivos primordiales del desarrollo que el gobierno federal se impuso en 2017: reducir la pobreza y aumentar el acceso efectivo a los derechos sociales como alimentación, trabajo, educación, salud, entre otros, según la evaluación del Coneval.

El organismo clasificó 191 programas federales según su impacto en los mencionados objetivos del desarrollo social para 2017.

 

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El programa para la Productividad y Competitividad Industrial es medianamente prioritario y el programa para el Desarrollo de la Industria del Software y la Innovación (Prosoft) -que tiene cuatro veces más recursos que su gemelo- ligeramente prioritario.

Una de las razones es que su incidencia es moderada o muy débil para vencer la carencia social relacionada con el derecho al trabajo y que ninguno cuenta con mediciones o evaluaciones que corroboren su efectividad para solventar la carencia social.

Prosoft ha sido insuficiente para el crecimiento tecnológico del país, limitada para atacar los desafíos del sector, a 12 años de su implementación aún no han emergido grandes jugadores de la tecnología, criticó la presidenta de Softteck, Blanca Avelina Treviño, durante el Congreso Internacional de Tecnologías de la Información 2014.

 

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El programa se quedó corto en áreas como el desarrollo y la atracción de talento, facilidades fiscales para la exportación de servicios, el impulso a la innovación o la generación de demanda local de software, completó en aquella ocasión que dirige una de las multinacionales de tecnologías de la información más importantes de México.

Las organizaciones empresariales son unas de los principales beneficiarios de estos programas.

La Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la información (Canieti) funciona como intermediario con la secretaría de economía para quienes desean solicitar los subsidios.

La secretaría de Economía lleva ocho años administrando programas repetidos, repartiendo esfuerzos entre dos políticas cuyos resultados dejan que desear a decir del Coneval y de emprendedores mexicanos.

Es por ello que en su última evaluación el organismo recomendó a la secretaría de economía revisar los puntos medulares del programa: las características de los beneficiarios que atienden, los mecanismos a través de los cuales operan, el tipo de proyectos que financian “con el fin de identificar posibles sinergias entre ambos”.

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