Crisis en Brasil ¿De qué tamaño será la sacudida en los emergentes?

La caída en el grado de inversión, la recesión económica, la corrupción en Petrobras y el descontento social, tambalean el mandato de la Presidenta Dilma Rousseff
11 Septiembre, 2015 Actualizado el 11 de Septiembre, a las 18:41
S&P anticipa que la contracción del PIB de Brasil será de 2,5% este año y de 0,5% en 2016, retomando un “modesto crecimiento” en 2017
S&P anticipa que la contracción del PIB de Brasil será de 2,5% este año y de 0,5% en 2016, retomando un “modesto crecimiento” en 2017
Arena Pública

Brasil vislumbra un panorama inquietante para los próximos años. Esto dado que la deuda soberana perdió su grado de inversión,  mientras la presidenta, Dilma Rousseff, presenta niveles históricos mínimos de popularidad (7%), según las últimas encuestas en el país.

La agencia de calificación de riesgos Standard and Poor’s (S&P) rebajó el grado de inversión brasileño a categoría especulativa (BB-), lo cual disminuirá la  inversión de los participantes en el mercado, acelerará la inflación y el desempleo, y encarecerá el endeudamiento. Brasil, hasta el pasado martes, tenía un rango BBB+

Ante ello, el Gobierno brasileño se apresuró a asegurar a los inversores que impondrá medidas de austeridad para poner orden en las cuentas públicas antes de que las demás agencias calificadoras (Moody’s Investors y Fitch ratings) hagan lo propio en sus lineamientos.

Una segunda baja de calificación para Brasil tendría un mayor impacto en el mercado que la primera, porque a muchos fondos de pensiones extranjeros y a otros grandes inversores, se les exige vender los bonos una vez que dos agencias han considerado que la deuda del país es especulativa.Es decir, retirarían la inversión.

Al respecto, puntualiza la agencia Reuters, la incapacidad de la presidenta por resolver un creciente déficit fiscal, que amenaza la calificación de grado de inversión de Brasil, ha incrementado la presión sobre el banco central -institución que ha sugerido un ajuste en la política monetaria-.

Problemas económicos: déficit fiscal.

Brasil enfrenta una recesión económica desde el segundo trimestre: alta inflación (9,53% a 12 meses), un desempleo en alza (7,5%) y el real se ha depreciado 30% frente al dólar en lo que va del año.

En este contexto, Rousseff, a fines de agosto, envió al Congreso por primera vez en la historia un presupuesto para 2016 que prevé un déficit primario de 0,5% del PIB, cuando había prometido semanas antes un superávit fiscal primario de 0,7% del PIB.

Pero, tras el anunció de la caída en el grado de inversión, la presidenta dio marcha atrás y dijo que el gobierno prevé un aumento en  los impuestos para poder optimizar la economía. S&P anticipa que la contracción del PIB de Brasil será de 2,5% este año y de 0,5% en 2016, retomando un “modesto crecimiento” en 2017.

Corrupción en Petrobras alimenta la turbulencia.

A todos los problemas financieros del país latinoamericano, se suman las decenas de casos de legisladores investigados por asuntos de corrupción en Petrobras.

La Corte Suprema de Brasil recibió hoy la petición, por parte de los investigadores federales, para interrogar al ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva por presuntos sobornos en la empresa estatal.

De acuerdo a una moción presentada ante el tribunal, señaló Reuters, la Policía Federal sospecha que el ex mandatario "podría haber sido beneficiado" por el esquema de sobornos políticos en Petrobras

La petición añade más leña a la desaprobación a la actual presidenta, sucesora de Lula, ex ministra de Energía y presidenta de Petrobras durante el tiempo en que ocurrió la mayor parte de la trama de corrupción.

Petrobras acumula una deuda de unos 140.000 millones de dólares - la mayor de cualquier petrolera global- y sus costos de endeudamiento subirán mientras que los términos de refinanciación también se vuelvan más difíciles, indicaron analistas a la agencia Reuters.

Descontento social maximizado.

Ante toda la inminente crisis en Brasil, aunque aún no es reconocida, diputados de los cuatro partidos políticos más importantes del país preparan una iniciativa para destituir a Dilma Rousseff.

El movimiento Pro-Impeachment, como fue nombrada la iniciativa, tiene el objetivo de crear un juicio político con fines de destitución contra la presidenta.

“La finalidad de este movimiento es iniciar un amplio proceso de convencimiento en el Parlamento y la sociedad, sobre la necesidad de que se tomen medidas concretas contra este gobierno", declaró el diputado del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), Carlos Sampaio.

Diputados de los partidos de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Popular Socialista (PPS), Solidaridad (SD) y Demócratas (DEM) -principales miembros del movimiento-, esperan contar con el apoyo de muchos parlamentarios de la base oficialista, también descontentos con la gestión de Rousseff.

Después del crecimiento de 7.5% de la economía brasileña en 2010, y que, según estadísticas del gobierno, sacó a 40 millones de personas de la pobreza, el panorama para los próximos años resulta incierto, no solo para Brasil, sino para las demás economías emergentes de Latinoamérica.

A FONDO: Standard & Poor’s revisa perspectiva negativa de Brasil por Standard & Poor’s.

MÁS INFORMACIÓN: Investigadores brasileños buscan interrogar a Lula por caso de corrupción Petrobras por Reuters