Reservas del Fondo Petrolero, viables para gasto público si superan 3% del PIB
El Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, próximo a ser creado a partir de las leyes secundarias de la reforma energética, se trata de "un fideicomiso público, en el que el Banco de México (Banxico) fungirá como institución fiduciaria, encargado de recibir, administrar y distribuir los ingresos derivados de las asignaciones y contratos que se celebren para la exploración y extracción del petróleo y demás hidrocarburos, con excepción de los impuestos".
Y tendrá una reserva que, al contener un mínimo equivalente a 3% del PIB, podrá ser usada para financiar gasto gubernamental.
De acuerdo a la propuesta de leyes secundarias del Ejecutivo, el Fondo Mexicano del Petrolero tendrá como funciones primordiales servir como medio de recepción y ejecución de los pagos de asignaciones y contratos de exploración y extracción de hidrocarburos, con obligación de transparencia, examinado por un auditor externo. Además, administrará los ingresos petroleros y de otros hidrocarburos para decidir el destino y uso de los recursos generados.
Como mecanismo de ahorro, el Fondo Petrolero fue diseñado para estar alejado del gasto corriente del gobierno federal, pero aclara la propuesta que será un medio de estabilización de la economía nacional en "circunstancias excepcionales", como lo serían una recesión, una caída abrupta en los precios petroleros o su plataforma de producción con la consiguiente contracción en los ingresos públicos.
La integración del Fondo Mexicano del Petrolero implicaría que Banxico "tendrá todos los derechos y facultades para la administración del patrimonio fideicomitido", mientras que dicho patrimonio será parte de la Hacienda Pública con carácter de imprescriptible e inembargable.
El Ejecutivo propuso la creación de un Comité Técnico para encabezar al Fondo, integrado por tres representantes del Estado (los titulares de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de la Secretaría de Energía y de Banxico) y cuatro miembros independientes "designados en razón de su experiencia, capacidad y prestigio profesional, y considerando que puedan desempeñar sus funciones sin conflictos de interés", estos últimos con quienes se confirmaría la mayoría absoluta y la pretendida exclusión de la toma de decisiones meramente oficialistas.
Por su operación, Banxico -como fiduciario- realizará las transferencias de recursos con la siguiente jerarquización: primero, a fondos de estabilización y luego a fondos de hidrocarburos, de investigación y de sustentabilidad energética. Enseguida, se hará una transferencia a la Tesorería de la Federación "para cubrir los costos de fiscalización en materia petrolera a cargo de la Auditoría Superior de la Federación y... para lograr que los ingresos petroleros del Gobierno Federal que se destinen a cubrir el Presupuesto de Egresos de la Federación, se mantengan en un equivalente al cuatro punto siete por ciento del Producto Interno Bruto".
El excendente a estos pagos y transferencias sería entonces enviado a la Reserva del Fondo como ahorro de largo plazo y la inversión en activos financieros. Su uso, aclara el documento, solo podrá ser viable si los recursos contenidos en la reserva superan el 3% del PIB al inicio de año. A partir del 10% del PIB, los recursos serían transferidos al Presupuesto de Egresos de la Federación. En contraste, dada una de las circunstancias excepcionales antes mencionadas, sus recursos serían transferidos al Fondo Petrolero cuando éste quede agotado de recursos.
A FONDO: Lea aquí la propuesta para la creación de la Ley del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo.
MÁS INFORMACIÓN: En 10 años, la transición de Pemex al nuevo régimen fiscal: SHCP, nota de Arena Pública de abril 30 de 2014.
