CNBV aprieta tuercas en caso Coahuila
Y aunque el pasivo que llegó a estimarse en más de 30 mil millones de pesos -y que aparentemente se destinó a obras de infraestructura- se ha renegociado con varios bancos haciendo uso de esquemas de bursatilización y constitución de fideicomisos para garantizar la fuente de pagos, resulta que la CNBV estaría observando con preocupación los niveles de reservas constituidos para respaldar estos financiamientos.
La banca comercial que otorgó financiamientos de Coahuila, de manera independiente a la reestructuración de las deudas, tenía la obligación de castigar y reservar el monto involucrado. De manera independiente a los respaldos que obtuvieron los bancos a través del IPAB, esa era una obligación de los bancos.
El problema es que los accionistas de algunas instituciones de crédito no están del todo conformes con la severidad con la que, a su juicio, la CNBV está tratando el expediente. La inconformidad sería tal que el caso ya llegó al terreno de las impugnaciones y hasta a los juicios de amparo.
El conflicto para algunos bancos radicaría en que si la CNBV insiste en aplicar medidas más severas respecto a estos financiamientos y no sólo las observadas por las regulaciones bancarias que los bancos interpretan a su favor, entonces las repercusiones se observarían en las calificaciones de deuda bursátil. Todo un trabuco.
A FONDO: Consulte aquí el portal de Transparencia de la Secretaría de Finanzas de Coahuila.
MÁS INFORMACIÓN: Banobras, el acreedor número uno de Coahuila, nota de Arena Pública de agosto 26 de 2013.
